El Acto Final de un Ciclo de 16 Años

El 10 de diciembre marca un punto de inflexión astrológico crucial: Neptuno, el planeta de la disolución y la conciencia superior, se pone directo en el grado 29 de Piscis [00:32]. Este no es un tránsito cualquiera; es el acto final de un ciclo de aproximadamente 16 años de Neptuno en su signo regente. Piscis representa el final del zodíaco, el espacio donde todas las formas se disuelven para dar paso a un nuevo nacimiento [01:40].

Neptuno, como regente de lo intangible y el subconsciente, se ha encargado durante esta fase de generar "velos" e ilusiones [01:08], envolviéndonos en los ideales de quiénes somos, de nuestras relaciones, de nuestras carreras y del mundo en general [08:21].

Neptuno Directo: La Invitación a Despertar

Mientras Neptuno estuvo retrógrado, fuimos susceptibles a embellecer nuestros ideales [07:54], creando un "gran teatro" interno, una fantasía acerca de cómo deberían ser las cosas. Con el cambio a directo, esta neblina comienza a disiparse, iniciando una cuenta regresiva que durará hasta finales de enero, cuando Neptuno haga su ingreso a Aries [12:06].

La energía de este tránsito nos exige una revisión profunda:

• Revisión del "Teatro Personal" [12:37]: ¿Cuáles son las imágenes, cuentos de hadas o falsas creencias que hemos estado recreando cotidianamente? Es el momento de ver al "actor sin maquillaje" [10:41].

• Fin de la Confusión Ilusoria: La confusión que muchos sienten ("¿Será que estoy viendo bien?") es una señal neptuniana [17:21]. Neptuno directo nos confronta con que somos los únicos autores de nuestras historias [25:16]. La "desilusión" no viene del exterior; es la caída proporcional a la altura de la ilusión que nosotros mismos creamos [43:31].

La Alianza Cósmica: Neptuno y Saturno

Este movimiento de Neptuno directo se produce en conjunción con la energía de Saturno, el Señor del Tiempo y la Forma [00:45], que también transita por los grados finales de Piscis y está próximo a entrar en Aries.

Saturno actúa como un embudo de realidad ante el infinito de Neptuno [50:53]. Su presencia nos obliga a:

• Aterrizar la Psique: Nos invita a examinar la coherencia entre nuestras imágenes internas (Neptuno) y lo que está sucediendo en el mundo de "carne y hueso" (Saturno) [42:20].

• Dar Forma a los Sueños: La frustración y la ansiedad nacen cuando no logramos pasar las imágenes neptunianas de la cabeza a la materia física [20:26].

Este es un tránsito de gran responsabilidad, que nos prepara para la conjunción Saturno-Neptuno en Aries en 2026, un momento para responsabilizarnos de nuestra existencia y espiritualidad en el plano terrenal [22:25].

La Herramienta Clave: La Escucha Interna

Para navegar este periodo de disolución y claridad, la clave es la Escucha [55:43]. El camino para disolver la confusión y discernir entre fantasía y realidad es el silencio y la introspección.

Neptuno directo en Piscis nos exige Meditar [58:36]—no como un ejercicio místico, sino como un acto obligatorio para escucharnos a nosotros mismos [59:15]. Al cerrar los ojos, retiramos la ocupación del cerebro en lo visual y permitimos que la voz interna se manifieste, anclando la conciencia (Neptuno) en la materia (Saturno) [01:02:36].

Conclusion:

El periodo entre el 10 de diciembre y finales de enero es un regalo cósmico para la claridad. Con Neptuno directo en el grado 29 de Piscis, la neblina se retira y somos invitados a enfrentar (y desmantelar) nuestro propio "teatro" ilusorio. La confusión termina cuando aceptamos la autoría de nuestra narrativa. Aprovechemos esta energía para filtrar lo ilusorio, escucharnos en el silencio de la meditación, y así ingresar al nuevo ciclo de Aries con una visión más coherente, responsable y anclada en la realidad.