La transición del Sol desde las profundidades de Escorpio hacia el fuego expansivo de Sagitario es, astrológicamente, un punto de no retorno. La reciente Luna Nueva en los 28 grados de Escorpio [01:21] funciona como un "Ave Fénix" universal, marcando el final definitivo de un ciclo y la urgencia de una profunda metamorfosis personal [01:39].

Esta lunación no es una invitación suave al cambio; es un ultimátum cósmico. Con la presencia de Mercurio en conjunción (Casimi) y Urano en oposición y retrógrado, el universo nos está pidiendo un entendimiento que nace desde el corazón [05:25] y la valentía de "atrevernos a pensar distinto" [55:35].

¿Por qué nos aferramos al dolor? La Resistencia Interna 

La pregunta central que plantea este tránsito es: ¿por qué, si sabemos que debemos cambiar, no lo hacemos? [04:08]. La respuesta, desde una perspectiva psico-astrológica, se encuentra en dos pilares de resistencia:

1. El Miedo: El temor al caos, a la agresión o a lo desconocido paraliza la capacidad de avanzar [11:51].

2. Las Autopistas Neuronales Inamovibles: A nivel biológico, estamos programados para repetir patrones. Las conexiones neuronales, a fuerza de la costumbre, se vuelven diques que impiden la creatividad uraniana y la apertura a nuevas rutas [13:07].

La Batalla de los Tres Cerebros y la Paz Interior

 La principal fuente de bloqueo y frustración se encuentra en la guerra interna que libramos entre nuestras tres funciones cerebrales, conocidas en la psicología como el modelo del cerebro triuno [16:03]:

• Reptiliano: Instintos básicos, conservación, sueño, digestión.

• Límbico (Mamífero): Sentimientos, emociones, necesidades.

• Cortical: Razón, pensamiento, ideales, planificación.

Cuando nuestro ideal (Cortical) exige acciones que el cuerpo (Reptiliano y Límbico) no puede o no quiere pagar, la psique registra una falta de coherencia y perdemos la confianza en nosotros mismos [17:58]. El camino hacia la transformación se halla en "firmar la paz en el cerebro" [16:51]. Esto se logra alineando las tres partes en un trígono precioso [17:27], un acuerdo de coherencia.

Este acuerdo requiere:

• Legitimar al Mamífero y al Reptiliano: Ser "buenos padres" de nosotros mismos, escuchando y honrando las necesidades básicas del cuerpo y las emociones, en lugar de someterlas a la voluntad racional [30:49].

• Doble Interacción: Realizar procesos de mentalización (de arriba hacia abajo) y, a la vez, llevar a cabo acciones concretas y físicas (de abajo hacia arriba), como mejorar la higiene del sueño o caminar más [19:10].

La Emoción como Sustancia y Combustible

 La transición Escorpio-Sagitario nos enseña que la emoción es la materia prima viva para el cambio. El dolor, el duelo, la tristeza, el enojo o la frustración no son enemigos a evitar, sino combustible [01:03:30].

Escorpio, regente del proceso alquímico, nos invita a legitimar el veneno, la sustancia que reside en nosotros [01:11:17]. Al igual que en un laboratorio, nuestras emociones se mezclan para generar nuevas posibilidades:

"Según tú, Javier, ¿con la tristeza y con este dolor se puede hacer cosas? Claro que se puede hacer. Es más, sin eso no se puede hacer." [01:00:25]

Negar o anular las emociones es un acto que castra la voluntad e implosiona en auto-sabotaje y depresión [54:07]. Este tránsito es el llamado a tomar ese vacío o decepción y usarlo como palanca para el impulso sagitariano, que busca el sentido, el propósito y la expansión [52:16].

 3. Conclusión:

 Esta Luna Nueva en Escorpio, patrocinada por una orquesta de cronocratores (Saturno, Júpiter, Neptuno) [59:47], nos entrega las herramientas para renunciar a la inocencia ingenua y abrazar el empoderamiento escorpiónico [01:09:35]. La resistencia a soltar el dolor es la resistencia a dejar atrás el mensos para convertirnos en el manso con estrategia. Al firmar la paz entre nuestra mente, nuestras emociones y nuestro cuerpo, sanamos el trauma, recuperamos la gobernabilidad interna y activamos la energía vital para cabalgar hacia el propósito de Sagitario. El momento de transformar la herida en dirección es ahora.